<p dir="ltr">Por: Joan Escobet Riu, Veterinario Especialista en Control Ambiental y Energ&eacute;tico en Granjas (Confort Porcino). <p dir="ltr">&nbsp; <p dir="ltr">Desde el punto de vista de la climatizaci&oacute;n, el estado de bienestar se basa en la relaci&oacute;n positiva del cerdo con su entorno, es decir, en el control ambiental o de los factores ambientales de riesgo (FAR). Las interacciones y relaciones de los FAR se convierten en un s&iacute;ndrome ambiental, con problemas de comportamiento, fisiol&oacute;gicos e inmunol&oacute;gicos. Existe una relaci&oacute;n m&aacute;s o menos estrecha entre los principales FAR y la instalaci&oacute;n (dise&ntilde;o, equipos y control). <p dir="ltr">El objetivo de una instalaci&oacute;n de climatizaci&oacute;n es generar estabilidad y confort en el entorno del cerdo, es decir, uniformidad ambiental y esfuerzo termorregulador m&iacute;nimo del cerdo para que sea productivo. A continuaci&oacute;n, se muestra c&oacute;mo influye en el bienestar el intercambio energ&eacute;tico entre el cerdo y su entorno. El diagn&oacute;stico ser&aacute; el primer paso para solucionar los problemas. <p dir="ltr">El entorno t&eacute;rmico del cerdo <p dir="ltr">El entorno t&eacute;rmico del cerdo (ETC) incluye todos los factores ambientales que influyen en el intercambio de calor entre el cerdo y su entorno. Seg&uacute;n la primera ley de la termodin&aacute;mica, la p&eacute;rdida de energ&iacute;a t&eacute;rmica hacia el entorno debe ser igual a la producida por el metabolismo (ASHRAE,2013; Curtis,1983; DeShazer,2009). <p dir="ltr">El intercambio de calor se divide en sensible (conducci&oacute;n, convecci&oacute;n y radiaci&oacute;n) y latente (evaporaci&oacute;n). El calor sensible se transfiere por gradiente de temperatura, y el latente por gradiente de presi&oacute;n de vapor de agua. Para dise&ntilde;ar la climatizaci&oacute;n se debe conocer la producci&oacute;n de calor de los cerdos en condiciones de producci&oacute;n. Existen publicaciones que ofrecen los est&aacute;ndares (ASHRAE, ASABE, CIGR, etc.), pero adapt&aacute;ndolos a la situaci&oacute;n actual, porque los requerimientos gen&eacute;ticos, nutricionales y productivos han aumentado (Harmon et al., 1997; Brown-Brandl et al., 2004). El rendimiento del cerdo es m&aacute;ximo cuando el ETC le permite producir dentro de la zona en la que puede regular las p&eacute;rdidas de calor, con un esfuerzo m&iacute;nimo, y sin efectos adversos sobre el rendimiento (Black, 1986). Debido a la necesidad de gestionar el impacto del ETC, se han actualizado los &iacute;ndices t&eacute;rmicos (Hoff, 2017) que representan los efectos del intercambio de calor en diferentes ETC. Esto es de gran ayuda en la toma de decisiones para una producci&oacute;n porcina moderna, sostenible y eficiente.&nbsp; <p dir="ltr">Calidad del aire <p dir="ltr">En la climatizaci&oacute;n se incluye temperatura, di&oacute;xido de carbono y humedad del aire, pero al tratarse de un concepto multifactorial se deben incluir m&aacute;s factores (velocidad del aire, gases, polvo, microrganismos, part&iacute;culas, etc.). El intercambio de temperatura, humedad y CO2 son determinantes para el funcionamiento del sistema de climatizaci&oacute;n, sobre todo en ubicaciones clim&aacute;ticas con oscilaciones diarias y estacionales. La mala calidad del aire se genera al priorizar la temperatura en perjuicio de la ventilaci&oacute;n, y el coste de mantener un ambiente contaminado es muy elevado. La calidad del aire tiene importantes efectos asociados con el estr&eacute;s, mayor susceptibilidad a enfermedades respiratorias y disminuci&oacute;n de la producci&oacute;n (Cleveland-Nielsen et al., 2002; Michiels et al., 2015; Roque et al., 2018).&nbsp; <p dir="ltr">Convecci&oacute;n y recirculaci&oacute;n de aire <p dir="ltr">La transferencia de calor por convecci&oacute;n est&aacute; influenciada por la posici&oacute;n del cerdo y su temperatura superficial, temperatura del aire del entorno y velocidad del aire (DeShazer, Hahn y Xin, 2009). Un aumento de la velocidad del aire o una reducci&oacute;n de su temperatura aumentar&aacute; las p&eacute;rdidas de calor por convecci&oacute;n. En lechones de transici&oacute;n, la velocidad del aire tiene mayor efecto que la temperatura del aire (Riskowski et al., 1990). <p dir="ltr">En climas c&aacute;lidos, la velocidad del aire tiene un efecto beneficioso, pero es problem&aacute;tico en climas templados y fr&iacute;os (De Shazer et al., 2009). Las corrientes de aire y oscilaciones de temperatura estresan el sistema inmunitario por lo que aumenta la susceptibilidad a enfermedades (Kelley, 1980). <p dir="ltr">Actualmente las corrientes de aire son el principal problema que afecta al confort, ya que en 9 de cada 10 explotaciones de transici&oacute;n se diagnostican corrientes de aire, cuyo origen es multifactorial.&nbsp; <p dir="ltr"> <p dir="ltr">Energ&iacute;a radiante <p dir="ltr">El intercambio de calor por radiaci&oacute;n significa p&eacute;rdida o ganancia en forma de radiaci&oacute;n electromagn&eacute;tica (rayos infrarrojos), entre la piel del cerdo y superficies a cierta distancia con distinta temperatura. Este intercambio es considerable y la mayor&iacute;a de las veces no se tiene en cuenta. El nivel de aislamiento t&eacute;rmico del edificio tiene efectos importantes en la temperatura radiante, tanto en verano como en invierno. Cuando la temperatura de la piel de un cerdo es mayor a la temperatura radiante media, ese cerdo cede calor al ambiente por radiaci&oacute;n. Si es al rev&eacute;s, el cerdo recibe calor del medio. <p dir="ltr">Confort por contacto directo <p dir="ltr">La transferencia de calor por conducci&oacute;n ocurre de una superficie de mayor a menor temperatura por contacto directo. Este intercambio depende de la temperatura de la piel, del &aacute;rea de contacto y de la conductividad t&eacute;rmica del material de contacto (De Shazer, 2009). <p dir="ltr">La tecnolog&iacute;a de medici&oacute;n puede ser por infrarrojos sin contacto (c&aacute;mara o term&oacute;metro), o por term&oacute;metro de contacto. La t&eacute;cnica de medici&oacute;n sin contacto analiza la radiaci&oacute;n infrarroja emitida por la superficie del objeto. La c&aacute;mara termogr&aacute;fica tiene ventajas, porque es r&aacute;pida y f&aacute;cil, detecta temperaturas cr&iacute;ticas en objetos muy peque&ntilde;os y puede medir grandes superficies. Para esta t&eacute;cnica es necesario conocer la emisividad y la diferencia de temperatura entre el objeto a medir y el aire. En las superficies dif&iacute;ciles, como metales brillantes, se debe determinar la emisividad utilizando como referencia un term&oacute;metro de contacto o aplicar recubrimientos al objeto con emisividad conocida. <p dir="ltr">Intercambio de calor por evaporaci&oacute;n <p dir="ltr">En situaciones de calor, los cerdos mantienen su homeotermia disminuyendo la producci&oacute;n de calor metab&oacute;lico y aumentando las p&eacute;rdidas de calor. Las p&eacute;rdidas de calor por evaporaci&oacute;n se generan por respiraci&oacute;n y transpiraci&oacute;n. Los cerdos no pueden pr&aacute;cticamente transpirar, por lo que la evaporaci&oacute;n es su m&eacute;todo para perder calor (Morrison et al., 1967; Hacker et al., 1994). El aire espirado est&aacute; casi saturado y con una temperatura ligeramente inferior a la corporal interna, lo que genera p&eacute;rdidas de calor. En una situaci&oacute;n normal, el cerdo tiene una tasa de entre 20 y 40 respiraciones/min, pero un cerdo estresado por calor puede llegar a 100-120 respiraciones/min (Eigenberg, 2002; Huynh et al., 2005b). <p dir="ltr">Con la piel mojada, puede evaporar a una gran velocidad (Ingram, 1965). Con calor, los cerdos se revuelcan en sus propias heces y orina para aumentar las p&eacute;rdidas por evaporaci&oacute;n, sobre todo cuando la evaporaci&oacute;n v&iacute;a respiratoria alcanza su l&iacute;mite (Huynh et al., 2005b). <p dir="ltr">Cuando los lechones empiezan con s&iacute;ntomas de calor (jadeo, frecuencia cardiaca, postural, etc.) se debe recuperar el confort, inicialmente con aire seco, para eliminar calor sensible por convecci&oacute;n en la piel, direccionando el aire m&aacute;s o menos sobre ellos, pero sin velocidad excesiva (1 m/s). Cuando la temperatura del aire es superior a la de la piel del lech&oacute;n hay que activar de forma muy progresiva la refrigeraci&oacute;n evaporativa, que es un sistema de enfriamiento indirecto, por lo que hay que direccionar el aire hacia la parte a&eacute;rea de la sala para realizar el proceso evaporativo.