Por: Alexandre Barbosa de Brito, M&eacute;dico Veterinario, Doctor en Nutrici&oacute;n Animal. &nbsp; <p dir="ltr">&ldquo;La fermentaci&oacute;n de fibra diet&eacute;tica o prote&iacute;na en el intestino de los animales es un tema de inter&eacute;s debido a sus posibles efectos beneficiosos sobre la salud intestinal de los animales y del medio ambiente&rdquo;. Comenzaba as&iacute; una hip&oacute;tesis de un grupo de investigadores estadounidenses (Jha y Berrocoso, 2015). Esta revisi&oacute;n aborda parte de esta informaci&oacute;n relevante disponible sobre la fermentaci&oacute;n de estos nutrientes, as&iacute; como sus efectos interactivos sobre el ambiente intestinal de los animales y su contribuci&oacute;n a la reducci&oacute;n de las emisiones de gases de nitr&oacute;geno, adem&aacute;s del olor a excrementos. <p dir="ltr">Pero antes de comenzar el enfoque de esta revisi&oacute;n, es necesario conceptuar el t&eacute;rmino fibra diet&eacute;tica (FD). Seg&uacute;n Choct (2015), la definici&oacute;n de FD causa una gran controversia, ya que a lo largo de los a&ntilde;os ha habido enfoques confusos sobre este tema, incluidas definiciones basadas en los efectos fisiol&oacute;gicos de la fibra y en sus m&eacute;todos de determinaci&oacute;n. De relevancia directa para la nutrici&oacute;n de aves y cerdos, lo ideal es relacionar el t&eacute;rmino FD con el contenido de polisac&aacute;ridos sin almidones (PNA) + lignina (Figura 1). <p dir="ltr"> <p dir="ltr">Hoy en d&iacute;a, los nutricionistas tienen que aprovechar al m&aacute;ximo las fracciones fermentables de pectinas y hemicelulosas, ya que la glucosa de ligaci&oacute;n b 1-4 y liginina realmente representan un gran desaf&iacute;o para la digestibilidad en aves y en cerdos. <p dir="ltr">Annison y Choct (1991) describieron correctamente la base para avanzar en el aspecto de la nutriolog&iacute;a que implica la utilizaci&oacute;n de fibra por los animales, siendo el principal desaf&iacute;o evitar la solubilizaci&oacute;n de estas fracciones de PNA en el intestino delgado mediante el uso de enzimas digestivas especialmente desarrolladas para este prop&oacute;sito. De esta manera, generar un patr&oacute;n de fermentaci&oacute;n de las cadenas de PNA en las fracciones m&aacute;s apropiadas para este prop&oacute;sito, que son los ciegos animales. Esto crea un espacio para el correcto desarrollo de proteobacterias en el intestino delgado, mejorando la utilizaci&oacute;n de este nutriente; tambi&eacute;n aumenta el desarrollo de bacterias fermentadoras de fibra en el intestino grueso que consumir&aacute;n parte del nitr&oacute;geno que eventualmente llega al ciego. Aun as&iacute;, seg&uacute;n los autores, lo ideal es no tener fermentaci&oacute;n de prote&iacute;nas en el ciego, porque los productos formados son generalmente aminas biog&eacute;nicas que determinar&aacute;n un proceso de muy baja calidad. Una forma de investigar este hecho es evaluar los &aacute;cidos grasos vol&aacute;tiles de cadena ramificada (AGCR), que generalmente est&aacute;n presentes en los procesos de fermentaci&oacute;n de prote&iacute;nas perjudiciales en el ciego (Lee et al., 2017). <p dir="ltr">Las estrategias nutricionales m&aacute;s asertivas para la regi&oacute;n cecal son aquellas que generan una fermentaci&oacute;n de FD, aumentando la producci&oacute;n de &aacute;cidos grasos vol&aacute;tiles de cadena corta (VFA) y aumentando la utilizaci&oacute;n nutricional por los animales. Este efecto se puede lograr cuando trabajamos con una ruptura correcta de las fracciones de esta FD, utilizando enzimas digestivas, especialmente xilanasas (debido a la alta participaci&oacute;n de arabinoxilanos en los granos com&uacute;nmente utilizados en la nutrici&oacute;n de aves y cerdos en las Am&eacute;ricas). Seg&uacute;n los datos del sistema de calidad de alimentos de ABVista (2019), el contenido total de arabinoxilanos (soluble + insoluble) presente en el grano de ma&iacute;z (fuente principal de FD en las dietas monog&aacute;stricas) supera los 65 kg/tonelada (Figura 2). <p dir="ltr"> <p dir="ltr">Esta relaci&oacute;n queda clara en la publicaci&oacute;n de Jha &amp; Berrocoso (2015), donde los autores describen que la inclusi&oacute;n de FD en la alimentaci&oacute;n de cerdos tiene una acci&oacute;n importante en la reducci&oacute;n del amon&iacute;aco para los animales. Seg&uacute;n la investigaci&oacute;n, la adici&oacute;n de PNA de soja y/o pulpa de remolacha en las dietas de cerdo ayud&oacute; a reducir la tasa de excreci&oacute;n de N en la orina y, por lo tanto, la emisi&oacute;n de amon&iacute;aco. <p dir="ltr">En las aves, el mecanismo es similar, donde estrategias como el uso de xilanasa pueden generar una ruptura correcta de las fracciones de fibra que alteran el proceso de fermentaci&oacute;n, lo que promueve una degradaci&oacute;n de la fibra que genera una mayor fermentaci&oacute;n en la fracci&oacute;n cecal, dejando en los segmentos iniciales (de duodeno al &iacute;leon) una mejor condici&oacute;n para la adaptaci&oacute;n al patr&oacute;n digestivo de prote&iacute;nas y almid&oacute;n. <p dir="ltr">Esta hip&oacute;tesis fue cuestionada por Lee et al. (2017), quienes investigaron otro efecto importante del uso de FD al evaluar los cambios inducidos por el uso de la enzima xilanasa ex&oacute;gena en la producci&oacute;n de &aacute;cidos grasos de cadena corta (AGCC) debido a la modulaci&oacute;n del microbioma de pollos de engorde. Para esto, se realiz&oacute; un experimento de 42 d&iacute;as utilizando 328 pollos de engorde macho Ross 508 divididos en dos tratamientos, en referencia a animales alimentados con dietas con o sin xilanasa (0 o 16,000 BXU/kg). <p dir="ltr">Seg&uacute;n los autores, la suplementaci&oacute;n con xilanasa aument&oacute; (P&lt;0.05) los residuos de arabinosa y xilosa en el &iacute;leon y disminuy&oacute; la viscosidad ileal de las aves en todas las edades, lo que sugiere la degradaci&oacute;n de arabinoxilano a oligosac&aacute;ridos solubles, pero la proporci&oacute;n de los residuos de xilosa y arabinosa en los az&uacute;cares solubles cecales totales disminuy&oacute; (P&lt;0.001) en los d&iacute;as 21 y 42, en comparaci&oacute;n con el patr&oacute;n obtenido en el d&iacute;a 11, lo que sugiere un mayor uso por parte de la poblaci&oacute;n de bacterias que residen en el ciego (Figura 04). En todas las edades, el tratamiento con xilanasa redujo (P=0.04) la proporci&oacute;n de &aacute;cidos grasos vol&aacute;tiles de cadena ramificada, lo que sugiere una reducci&oacute;n en la fermentaci&oacute;n de prote&iacute;nas. Estos hallazgos ejemplifican que una mayor degradaci&oacute;n del arabinoxilano de trigo con xilanasa puede aumentar la colonizaci&oacute;n de bacterias espec&iacute;ficas adem&aacute;s de la producci&oacute;n de AGV en el ciego. Este evento puede estar relacionado con el mejor desempe&ntilde;o de los pollos de engorde. <p dir="ltr">Por lo tanto, comprender mejor las fracciones nutricionales de los ingredientes en los alimentos que estamos trabajando ser&aacute; una gran herramienta para modular el microbioma de los animales monog&aacute;stricos. Esto tiene el objetivo de aumentar el uso de las fracciones antes poco trabajadas. Estas estrategias adaptan herramientas com&uacute;nmente practicadas en la nutrici&oacute;n de grandes animales a los conceptos monog&aacute;stricos, buscando utilizar fracciones FD para alimentar un filo bacteriano cecal espec&iacute;fico (Firmicutes), que puede traducirse en beneficios de rendimiento animal.