Proceso • Nutrición

Una buena salud hepática, clave para una producción porcina eficiente

Los avances genéticos y nutricionales van desafiando cada día más a este importante órgano, ¿qué podemos hacer para mejorar su funcionalidad?

  • 10/04/2025 • 11:00
Fotos: Banco de imágenes

Por: Paola Papaleo, editora de la revista Solo Aves y Porcinos Digital. Con información extraída de la disertación de Sergio Ferrero, Coordinador Técnico Comercial de Bedson, realizada en la 10ma. Jornada de Integración de la Cadena Porcina organizada por Red Alimentaria*.

 

En los últimos cinco años en Argentina se vienen incrementando en las granjas porcinas la cantidad de nacidos, lo cual demanda un aumento de la productividad. Al analizar los costos de producción, los alimentos representan entre un 60 y un 70%.

¿Por qué necesitamos un buen funcionamiento del hígado?

Hay que tener en cuenta que el 70% del costo de la producción, es decir los alimentos que ingieran, va a estar pasando por el hígado, por ello la importancia de que este órgano funcione y cumpla con todas las características que le dio la naturaleza. En las primeras etapas de la vida del cerdo, el hígado representa alrededor de un 5% de su peso corporal, lo que muestra la incidencia que tiene en el metabolismo y una mayor demanda de energía para crecer y desarrollarse, además de la falta de capacidad que tiene el cerdo de poder obtener esa energía de alguno de los otros órganos. A medida que el animal va aumentando de tamaño, su hígado va disminuyendo proporcionalmente, representando un 2% del peso vivo del cerdo. Es por ello que es fundamental lograr tener desde el inicio una buena calidad de lechones.

El hígado es un órgano central en el metabolismo de los cerdos, su adecuado funcionamiento es esencial para:

  • La digestión y absorción de nutrientes

  • La detoxificacion de compuestos nocivos

  • El crecimiento y desarrollo óptimos 

Además, un hígado saludable mejora el rendimiento productivo y reduce costos asociados a enfermedades.

El hígado interviene en el metabolismo de los lípidos y de los carbohidratos; en la producción de bilis; va a ser un depósito de sustancias debido a que es donde se almacena el glucógeno, las vitaminas y minerales, y tiene un rol fundamental en la transformación del amonio en urea; neutraliza toxinas de fármacos y hemoglobina; actúa en la síntesis de hemoglobina; e interviene también en la síntesis de los factores de coagulación. 

Metabolismo de carbohidratos

La función principal del hígado es la homeostasis de la glucosa, es decir regular los niveles sanguíneos según la demanda para evitar la hipoglucemia. Esto lo hace a través de diferentes mecanismos: Glucogénesis (almacenamiento de glucosa como glucógeno) o Glucogenólisis (liberación de glucosa). A su vez, en periodos de déficit energético, el hígado produce glucosa a partir de precursores no glucídicos (lactatos, aminoácidos, glicerol) a través de la gluconeogénesis. 

Metabolismo de las proteínas

El hígado interviene en la síntesis de los aminoácidos no esenciales como glicina, glutamina, cistina, aspártico, alanina, entre otros. Ante un exceso de aminoácidos aportado por alguna materia prima, tiene el poder de regular a través de un mecanismo de catabolismo. En este caso es responsable de la síntesis de proteínas necesarias para la coagulación e inmunidad. También interviene en la formación de la urea y el ácido úrico para eliminar el amonio producto de los líquidos corporales.

Metabolismo de lípidos

El hígado interviene en la síntesis de lípidos con la producción de triglicéridos, fosfolípidos y en la regulación del colesterol. Además actúa en la oxidación de ácidos grasos convirtiendo los lípidos en energía, en el catabolismo de los ácidos grasos a ATP y en la síntesis de lipoproteínas para facilitar el transporte de lípidos en sangre. Los hepatocitos actúan como una reserva de triglicéridos. Por último, permite la eliminación de grasas para convertir colesterol en ácidos biliares para excreción. 

Producción y funciones de la bilis

La bilis es producida por el hígado y se almacena en la vesícula biliar. Contiene ácidos biliares responsables de emulsificar las grasas, facilitando la digestión. Favorece la absorción de vitaminas A, D, E y K. Tiene efectos antimicrobianos y prebióticos, promoviendo la salud intestinal. Cualquier alteración en la calidad o cantidad de la bilis puede afectar directamente la digestión y el rendimiento productivo.

Consecuencias de la disfunción hepática

  • Menor eficiencia alimenticia y aumento de los costos de producción

  • Problemas digestivos: diarreas, baja absorción de grasas y vitaminas

  • Susceptibilidad a enfermedades debido a una menor detoxificación

  • Pérdidas económicas por menor rendimiento y mayor mortalidad

Al hablar de los momentos críticos en los que consideramos que el hígado está más desafiado, hay que tener en cuenta el periparto y las diferentes etapas de crecimiento.

¿Qué se puede hacer para ayudar a un mejor funcionamiento del hígado?

Controlar la calidad de las materias primas que se utilizan

Incorporar en la dieta: hepatomodulares, metionina y colina, aceites esenciales, antioxidantes y, principalmente, secuestrantes de micotoxinas.

En lo que se refiere al manejo, desde el punto de vista sanitario es posible corregir factores ambientales que puedan desencadenar situaciones de estrés, realizar desparasitación y vacunación eligiendo el momento adecuado.

Por otro lado, asegurar los procesos de acopio, elaboración y limpieza de todas las partes involucradas en la alimentación y controlar o disminuir factores de estrés que favorecen el deterioro hepático.  

En resumen:

  • El requerimiento de nutrientes por parte de los diferentes tejidos del organismo es continuo.

  • El aporte de nutrientes por alimentación es discontinuo.

  • El hígado es el órgano que racionaliza el aporte de nutrientes a los tejidos del organismo.

  • El 100% de los nutrientes absorbidos por el intestino pasan obligatoriamente por el hígado.

  • Recibe el aporte discontinuo, lo transforma, almacena y lo libera de acuerdo a las necesidades, transformando un aporte discontinuo en continuo.

Es importante tener en cuenta que solo sanidad intestinal sin calidad hepática puede implicar una importante pérdida económica. 

Más información:

https://bedson.com/ 

* Puede ver la presentación completa de Sergio Ferrero en la 10ma. Jornada de Integración de la Cadena Porcina organizada Red Alimentaria, haciendo clic aquí: https://youtu.be/CL0J06mfb9I?si=tYpQXQBgchaTJPXT