Por: Art&iacute;culo publicado en https://cladan.com.ar/ Fotos: Banco de im&aacute;genes Usualmente, la temperatura &oacute;ptima para el correcto desempe&ntilde;o zoot&eacute;cnico (zona termoneutral) es 18-22&ordm;C para pollos de engorde y 19-22&ordm;C para ponedoras comerciales1; con condiciones de humedad relativa bajas (HR &lt;65%). Cuando estos par&aacute;metros incrementan (T. amb &gt;27&ordm;C, HR &gt;65%), ocurre un balance negativo entre la temperatura ambiental y la producci&oacute;n de calor corporal del ave, ocasionando problemas de bienestar y/o la muerte del animal debido al estr&eacute;s por calor (Figura 1). <p style="text-align: center;"> Rangos de temperaturas, zonas y efectos. Emisiones de amon&iacute;aco EU-28 (% del total de emisiones). En la zona de confort o termoneutral (18-25&ordm;C) el ave puede mantener su temperatura corporal constante siendo ideal para buenas performances y conversi&oacute;n alimenticia. Al aumentar la temperatura, se alcanza la zona cr&iacute;tica (26-35&ordm;C) donde comienzan los problemas de bienestar, como jadeo y cansancio f&iacute;sico; y llegada a la zona cr&iacute;tica superior (&gt;35&ordm;C) puede ocasionar la muerte. Bajo condiciones desafiantes de calor, las aves pasan menos tiempo comiendo y caminando y m&aacute;s tiempo bebiendo agua, inm&oacute;viles y jadeando2. Por tanto, el estr&eacute;s por calor disminuye la ingesta de alimento, aumenta los &iacute;ndices de conversi&oacute;n alimentaria y la mortalidad. Todos estos efectos negativos resultan en una baja eficiencia en la producci&oacute;n con p&eacute;rdidas econ&oacute;micas elevadas y significativas. Pr&aacute;cticas de crianza innovadoras y tecnolog&iacute;as que ayuden a mitigar los efectos del estr&eacute;s por calor en la producci&oacute;n av&iacute;cola son necesarias. Asimismo, las estrategias nutricionales merecen una atenci&oacute;n especial. La suplementaci&oacute;n de electrolitos y vitaminas en el alimento o en agua de bebida, principalmente, las vitaminas C y E, han demostrado reducir los efectos negativos del estr&eacute;s por calor. <p style="text-align: center;"> &Aacute;cido Abc&oacute;rbico o Vitamina C El &aacute;cido asc&oacute;rbico o vitamina C es un compuesto antioxidante soluble en agua encargado de proteger a las c&eacute;lulas contra el da&ntilde;o oxidativo y mejora el funcionamiento del sistema inmune. Adem&aacute;s, act&uacute;a como cofactor en muchas reacciones enzim&aacute;ticas como la s&iacute;ntesis de col&aacute;geno, carnitina y varias hormonas (dopamina, noradrenalina y adrenalina). Ensayos en animales demostraron que la suplementaci&oacute;n de vitamina C durante situaciones de estr&eacute;s redujo el desbalance hormonal y la p&eacute;rdida de peso3. Esto &uacute;ltimo confirm&oacute; que la vitamina C no s&oacute;lo est&aacute; involucrada en la s&iacute;ntesis de hormonas sino que tambi&eacute;n incrementa su estabilidad y funcionalidad. Aunque no se conoce claramente c&oacute;mo la vitamina C impulsa el funcionamiento del sistema inmune, estudios evidencian que su concentraci&oacute;n dentro de las c&eacute;lulas inmunitarias desciende r&aacute;pidamente frente al estr&eacute;s y al ser administrada act&uacute;a directamente sobre los fagocitos, la producci&oacute;n de citoquinas, linfocitos y el n&uacute;mero de mol&eacute;culas de adhesi&oacute;n en monocitos4. El ave adulta es capaz de sintetizar niveles de vitamina C acordes a los requerimientos en condiciones normales. Sin embargo, estos incrementan en situaciones de estr&eacute;s, posicionando a la suplementaci&oacute;n de &aacute;cido asc&oacute;rbico en el alimento o agua de bebida, como una estrategia acorde durante estos momentos cr&iacute;ticos. De esta manera, la adici&oacute;n de vitamina C a la dieta de pollos de engorde en una dosis de 100-250 mg/Kg1,5, aliviana los signos de estr&eacute;s cal&oacute;rico, mejora la performance de crecimiento, la conversi&oacute;n alimenticia, la calidad de la carcasa, potencia el estado inmunol&oacute;gico y reduce la mortalidad. Para ponedoras comerciales, en condiciones de estr&eacute;s por calor, la eficiencia alimentaria, producci&oacute;n de huevos y calidad de c&aacute;scara fue mejorada con dosis variables de esta vitamina entre 200-500 mg/kg1. Vitamina E La vitamina E es un grupo de compuestos solubles en grasa: 4 tocoferoles y 4 tocotrienoles que existen como hom&oacute;logos &alpha;, &beta;, &gamma; y &delta;. En nutrici&oacute;n animal, la &alpha;-tocoferol es la forma bioactiva m&aacute;s empleada. Esta est&aacute; involucrada en la v&iacute;a de la glutati&oacute;n peroxidasa y protege a las membranas celulares y tejidos del da&ntilde;o oxidativo al reaccionar con radicales lip&iacute;dicos producidos en la reacci&oacute;n de peroxidaci&oacute;n6. Por lo tanto, en situaciones de estr&eacute;s cal&oacute;rico, donde se inicia la peroxidaci&oacute;n lip&iacute;dica en las membranas celulares, la vitamina E contribuye a la sobrevida, proliferaci&oacute;n y funci&oacute;n de los linfocitos, macr&oacute;fagos y c&eacute;lulas del plasma, potenciando la respuesta inmune. Los requerimientos de esta vitamina deben ser administrados a trav&eacute;s de la dieta debido a que las aves no son capaces de sintetizarla de manera biol&oacute;gica. La bibliograf&iacute;a consultada indica que, para pollos de engorde, la administraci&oacute;n de vitamina E en una dosis promedio de 250 mg/kg de alimento o agua de bebida, es suficiente para obtener buenos rendimientos zoot&eacute;cnicos y calidad de carne en condiciones de estr&eacute;s cal&oacute;rico1. Sin embargo, para ponedoras las dosis ensayadas fueron desde 125-250 mg/kg, logrando mejorar la respuesta inmune, producci&oacute;n de huevos y la conversi&oacute;n alimenticia1,7. Conclusiones Finales? Con el fin de mejorar la tolerancia de las aves a las altas temperaturas, el uso de las vitaminas C y E combinadas en la dieta parece ser un m&eacute;todo prometedor que permitir&iacute;a reducir los efectos adversos del estr&eacute;s por calor. Los efectos sin&eacute;rgicos de las vitaminas E y C mejoran el rendimiento en los animales desafiados con estr&eacute;s por calor. Ambas juegan un papel importante en los tejidos al eliminar los radicales libre con sus propiedades de antioxidantes y mejorando as&iacute;, la respuesta inmune2. Adem&aacute;s, la vitamina C act&uacute;a como antioxidante regenerando la vitamina E y mantiene sus niveles basales suprimiendo su metabolismo de degradaci&oacute;n1,5. M&aacute;s informaci&oacute;n: https://cladan.com.ar/ Referencias bribliogr&aacute;ficas Saiz del Barrio, A., et al, 2019. Effect of mineral and vitamin C mix on growth performance and blood corticosterone concentrations in heat-stressed broilers. Appl. Poult. Res. 29, 23-33. Shakeri, M., et al, 2020. Strategies to Combat Heat Stress in Broiler Chickens: Unveiling the Roles of Selenium, Vitamin E and Vitamin C. Sci. 7, 71-78. Hao, S., et al, 2001. Separation-induced body weight loss, impairment in alternation behavior, and autonomic tone: Effects of tyrosine. Biochem. Behav. 68, 273&ndash;281. Sorice, A., et al, 2014. Ascorbic acid: Its role in immune system and chronic inflammation diseases. Mini Rev. Med. Chem. 14, 444&ndash;452. Ahmadu, S., et al, 2016. An overview of vitamin C as an antistress in poultry. J. Vet. Res. 7, 9-22. Schneider, C. 2005. Chemistry and biology of vitamin E. Nutr. Food Res. 49, 7&ndash;30. Jiang, W., et al, 2013. The effect of vitamin E on laying performance and egg quality in laying hens fed corn dried distillers grains with solubles. Sci. 92, 2956&ndash;2964.