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Los Secuestrantes de Micotoxinas: una solución eficaz para la contaminación de piensos en la avicultura

Estos aditivos alimentarios se añaden a los piensos de las aves de corral para prevenir su contaminación con compuestos tóxicos producidos por ciertos hongos.

  • 22/10/2024 • 12:00

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Por: Alfredo Montes Niño, ex Coordinador de SENASA, experto en Sanidad Animal y Seguridad Alimentaria.

Fotos: Banco de imágenes

La contaminación de los piensos con micotoxinas es un problema crítico en la avicultura moderna. Las micotoxinas son compuestos tóxicos producidos por ciertos hongos que contaminan los granos y otros ingredientes utilizados en la formulación de alimentos para aves. Estos contaminantes representan una amenaza significativa para la salud animal y humana, ya que pueden ser absorbidos por las aves y, posteriormente, transferidos a los seres humanos a través del consumo de productos avícolas contaminados, como carne y huevos. Los secuestrantes de micotoxinas han surgido como una solución efectiva para mitigar estos riesgos, desempeñando un papel crucial en la seguridad alimentaria.

“Los ingredientes comúnmente afectados por micotoxinas incluyen maíz, trigo, cebada, y otros cereales, que son la base de la dieta de las aves de corral”

Origen de las micotoxinas en los piensos

Las micotoxinas son metabolitos secundarios producidos por ciertos tipos de hongos, principalmente de los géneros Aspergillus, Fusarium, y Penicillium. Cada uno de estos géneros produce diferentes micotoxinas con propiedades toxicológicas específicas.

A continuación, se describen los hongos y las micotoxinas más comunes asociadas a la contaminación de piensos:

Aspergillus: Este género es conocido por la producción de aflatoxinas y ocratoxina A. Las aflatoxinas, especialmente la aflatoxina B1, son altamente tóxicas y carcinógenas, representando un peligro significativo para la salud animal y humana.

Fusarium: Este hongo produce una variedad de micotoxinas, incluyendo deoxinivalenol (DON, también conocido como vomitoxina), zearalenona, fumonisinas y toxinas T-2. Las micotoxinas de Fusarium son comunes en cereales como el maíz, trigo y cebada, y están asociadas con efectos negativos sobre el crecimiento y la reproducción en las aves.

Penicillium: Este género produce micotoxinas como la ocratoxina A y las citrininas, que son comunes en granos almacenados en condiciones de alta humedad. La ocratoxina A es nefrotóxica y puede afectar tanto a las aves como a los humanos.

“El consumo de productos avícolas contaminados con micotoxinas puede tener consecuencias adversas para la salud humana”

Las micotoxinas pueden contaminar los cultivos en el campo durante el crecimiento, así como durante el almacenamiento si no se mantienen condiciones adecuadas de humedad y temperatura. Los factores que favorecen el crecimiento de estos hongos incluyen climas cálidos y húmedos, malas prácticas de almacenamiento, y un control inadecuado de plagas. Los ingredientes comúnmente afectados por micotoxinas incluyen maíz, trigo, cebada, y otros cereales, que son la base de la dieta de las aves de corral. Estas toxinas no solo disminuyen el valor nutricional de los alimentos, sino que también pueden causar efectos tóxicos en las aves que las consumen.


Absorción de micotoxinas por parte de las aves

Cuando las aves de corral consumen piensos contaminados con micotoxinas, estas toxinas pueden ser absorbidas a lo largo del tracto gastrointestinal. La absorción depende de la estructura química de la micotoxina, la dosis ingerida y la salud del sistema digestivo del animal. Una vez absorbidas, las micotoxinas pueden interferir con diversas funciones fisiológicas en el organismo de las aves.

Las aves de corral, como los pollos y los pavos, son particularmente susceptibles a los efectos tóxicos de las micotoxinas debido a su metabolismo rápido y la alta tasa de consumo de alimentos en relación con su peso corporal. La absorción de micotoxinas en las aves puede llevar a una variedad de problemas de salud, incluyendo:

Disminución del crecimiento y la conversión alimenticia: Las micotoxinas pueden interferir con la absorción de nutrientes y afectar negativamente el crecimiento y la eficiencia alimenticia de las aves.

Daño hepático y renal: Las toxinas pueden causar daño a órganos vitales como el hígado y los riñones, reduciendo la capacidad del animal para desintoxicar otras sustancias dañinas.

Inmunosupresión: La exposición a micotoxinas puede suprimir el sistema inmunológico, aumentando la susceptibilidad a infecciones y enfermedades.

Problemas Reproductivos: algunas micotoxinas, como la zearalenona, pueden alterar el sistema endócrino, afectando la reproducción y la calidad de los huevos.

“Los secuestrantes de micotoxinas son aditivos alimentarios que se añaden a los piensos con el propósito de reducir la biodisponibilidad de las micotoxinas en el tracto gastrointestinal de las aves”

Problemas toxicológicos en humanos por consumo de productos contaminados

El consumo de productos avícolas contaminados con micotoxinas puede tener consecuencias adversas para la salud humana. Las micotoxinas son resistentes a los procesos de cocción y pasteurización, lo que significa que pueden permanecer en la carne y los huevos incluso después de ser procesados. Los problemas toxicológicos que pueden causar en los seres humanos incluyen:

Cáncer: Las aflatoxinas son clasificadas como carcinógenas por la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC), y su consumo a largo plazo está asociado con un mayor riesgo de cáncer de hígado.

Trastornos Gastrointestinales: La ingesta de micotoxinas puede causar náuseas, vómitos, dolor abdominal y diarrea.

Inmunosupresión: Al igual que en las aves, las micotoxinas pueden comprometer el sistema inmunológico en los seres humanos, aumentando la vulnerabilidad a infecciones.

Efectos Neurotóxicos y Nefrotóxicos: Algunas micotoxinas, como la ocratoxina A, pueden causar daño a los riñones y al sistema nervioso, llevando a insuficiencia renal y problemas neurológicos.

Acción de los secuestrantes de micotoxinas

Los secuestrantes de micotoxinas son aditivos alimentarios que se añaden a los piensos con el propósito de reducir la biodisponibilidad de las micotoxinas en el tracto gastrointestinal de las aves. Estos compuestos actúan uniéndose a las micotoxinas y formando complejos estables que son excretados del cuerpo sin ser absorbidos. Los secuestrantes más comunes incluyen:

Arcillas y Silicatos: Bentonitas, zeolitas y esmectitas son minerales que poseen una alta capacidad de adsorción de micotoxinas, especialmente aflatoxinas.

Carbón Activado: Aunque es menos específico, el carbón activado tiene la capacidad de adsorber una amplia gama de toxinas, incluidas algunas micotoxinas.

Polímeros Orgánicos: Los polímeros como la esterilcelulosa modificada se están desarrollando como secuestrantes selectivos para determinadas micotoxinas, ofreciendo una alternativa innovadora.

Microorganismos y Enzimas: Algunos productos biológicos contienen microorganismos que pueden degradar o modificar las micotoxinas en formas menos tóxicas.

Usos frecuentes de los Secuestrantes de Micotoxinas

Los secuestrantes de micotoxinas se utilizan principalmente en la alimentación de aves de corral para prevenir los efectos adversos de las micotoxinas. Algunos de los usos más frecuentes incluyen:

1. Alimentación de Pollos de Engorde y Ponedoras: Los secuestrantes son comúnmente utilizados para mantener la salud intestinal de las aves y mejorar la productividad, reduciendo la incidencia de problemas digestivos y manteniendo un buen índice de conversión alimenticia.

2. Manejo de salud en pavos y otras aves de corral: En pavos, patos y otras especies, los secuestrantes ayudan a minimizar los efectos negativos de las micotoxinas, como problemas de crecimiento y reproductivos.

Conclusión

Los secuestrantes de micotoxinas desempeñan un papel vital en la gestión de los riesgos asociados con la contaminación de piensos en la avicultura. Su capacidad para adsorber y neutralizar micotoxinas antes de que sean absorbidas por las aves ayuda a proteger tanto la salud animal como la humana, garantizando la seguridad de los productos alimentarios que llegan al mercado. Sin embargo, es crucial utilizar estos productos correctamente, ya que un uso inadecuado puede reducir su efectividad o incluso interferir con la absorción de nutrientes esenciales en las aves, afectando su salud y productividad. A medida que la investigación y la tecnología avanzan, se espera que los secuestrantes de micotoxinas se vuelvan aún más eficaces y selectivos, proporcionando soluciones sostenibles a uno de los problemas más persistentes de la producción avícola.