Por: Vet. Mariano Emmanuel Ercole, Jefe de Comunicaci&oacute;n Cient&iacute;fica en Bedson S. A. Fotos: Bedson La carne de cerdo es una fuente importante de prote&iacute;nas, representando aproximadamente el 40% del consumo mundial. Los avances tecnol&oacute;gicos en producci&oacute;n y nutrici&oacute;n han permitido un crecimiento eficiente de la producci&oacute;n porcina, destac&aacute;ndose en Argentina, donde aument&oacute; de 500 mil toneladas en 2016 a 762 mil toneladas en 2023. Este crecimiento se debe a la optimizaci&oacute;n de la eficiencia alimentaria (EF), clave para la competitividad de la industria. En la producci&oacute;n porcina, la alimentaci&oacute;n representa entre el 50 y 83% de los costos, dependiendo del pa&iacute;s y sistema productivo. Por ello, mejorar la EF mediante estrategias nutricionales y de manejo es crucial para aumentar la rentabilidad. La EF refleja la capacidad biol&oacute;gica del animal para convertir el alimento en peso corporal de manera eficiente. Se define como la relaci&oacute;n entre la ganancia de peso diaria promedio y el consumo diario promedio de alimento durante un per&iacute;odo determinado (Fig. 1). Insertar Fig. 1. F&oacute;rmula de eficiencia alimentaria <p style="text-align: center;"> Dos indicadores clave utilizados para evaluar la EF en cerdos son el &iacute;ndice de conversi&oacute;n alimenticia (ICA) y la ingesta residual de alimento (RFI). El RFI mide la diferencia entre el consumo de alimento real y el esperado seg&uacute;n los requisitos de mantenimiento y crecimiento del animal. Sin embargo, el ICA es el m&aacute;s utilizado en la pr&aacute;ctica, ya que indica la cantidad de alimento necesaria para ganar una unidad de peso, funcionando como la relaci&oacute;n inversa de la EF. Adem&aacute;s, desde una perspectiva econ&oacute;mica, el ICA es fundamental, ya que est&aacute; directamente relacionado con los costos de alimentaci&oacute;n necesarios para lograr una ganancia de peso. &ldquo;Mejorar la Eficiencia Alimentaria mediante estrategias nutricionales y de manejo es crucial para aumentar la rentabilidad En la producci&oacute;n porcina, un ICA alto indica menor eficiencia, aumentando los costos de alimentaci&oacute;n y elevando el precio de la carne. Los animales con un ICA bajo son m&aacute;s eficientes y rentables. En conclusi&oacute;n, optimizar la EF y el ICA es crucial para mejorar la rentabilidad y sostenibilidad del sector porcino, reduciendo costos de alimentaci&oacute;n y maximizando la ganancia de peso. Estrategias para una mejor eficiencia alimentaria Mejorar la EF impacta significativamente en el negocio, ya que reduce el consumo de alimentos y los costos operativos de la granja. Distintos estudios sugieren que alcanzar una EF &oacute;ptima requiere un enfoque integral que considere varios factores clave, entre los cuales destacan: Microbiota intestinal La microbiota intestinal es un ecosistema complejo y din&aacute;mico, que est&aacute; estrechamente vinculado con la biolog&iacute;a del hu&eacute;sped, influyendo en el equilibrio energ&eacute;tico, el metabolismo, la salud intestinal y la funci&oacute;n inmunol&oacute;gica. Estudios indican que su diversidad se relaciona con la EF en los animales, ya que estas bacterias procesan nutrientes y producen energ&iacute;a, transformando componentes vegetales en &aacute;cidos grasos de cadena corta (AGCC) que el hu&eacute;sped no podr&iacute;a digerir por s&iacute; solo. Por esta raz&oacute;n, se ha recurrido a la manipulaci&oacute;n de la microbiota mediante fitobi&oacute;ticos para mejorar la digestibilidad y la EF. Los fitobi&oacute;ticos son compuestos derivados de plantas, como extractos de vegetales, aceites esenciales y especias, que pueden tener efectos beneficiosos en los animales. Sus compuestos bioactivos pueden poseer propiedades antibacterianas, antivirales y antif&uacute;ngicas, y tambi&eacute;n pueden estimular la s&iacute;ntesis de &aacute;cidos biliares (AB) en el h&iacute;gado y su excreci&oacute;n. Esto favorece tanto la digesti&oacute;n como la mejora o el equilibrio de la microbiota intestinal. Para este prop&oacute;sito, se utiliza inulina, un fructooligosac&aacute;rido presente en extractos de alcachofa y achicoria. La inulina no se digiere en el intestino delgado de los cerdos, sino que se fermenta en el intestino grueso, donde genera &aacute;cidos grasos de cadena corta (AGCC) y favorece el crecimiento de bacterias intestinales beneficiosas (bifidobacterias y Lactobacillus spp.). Esto contribuye a reducir la poblaci&oacute;n de bacterias da&ntilde;inas que pueden causar diarreas. Adem&aacute;s, la alcachofa estimula la secreci&oacute;n de &aacute;cidos biliares (AB) en el intestino, que tienen un efecto directo en las bacterias intestinales, provocando su da&ntilde;o y destrucci&oacute;n. Sin embargo, los Lactobacillus son capaces de resistir estos efectos. Los AB tambi&eacute;n act&uacute;an indirectamente sobre la microbiota al interactuar con receptores espec&iacute;ficos en las c&eacute;lulas intestinales, lo que induce la producci&oacute;n de p&eacute;ptidos antimicrobianos que ayudan a eliminar bacterias nocivas. Los efectos intestinales de los fitobi&oacute;ticos se presentan como una herramienta que se debe contemplar en la mejora integral de la EF, con el objetivo de mejorar la microbiota intestinal del animal y maximizar su rendimiento productivo. Gen&eacute;tica del animal La EF es un rasgo moderadamente heredable (h&sup2; = 0.30) que se utiliza en la selecci&oacute;n gen&eacute;tica de cerdos de raza pura para mejorar su rendimiento de crecimiento y calidad de canal. Combinando el fenotipo del cerdo con la informaci&oacute;n gen&eacute;tica de sus parientes, se puede predecir el valor de cr&iacute;a estimado (VCE) en animales j&oacute;venes, optimizando as&iacute; la selecci&oacute;n temprana. Sin embargo, enfocarse &uacute;nicamente en mejorar la EF podr&iacute;a comprometer la calidad de la carne, ya que a&uacute;n no se conoce con claridad su impacto sobre esta. La selecci&oacute;n gen&eacute;tica para disminuir la acumulaci&oacute;n de grasa durante la ganancia de peso ha demostrado ser efectiva para mejorar el ICA y recientes estudios han evidenciado que la gen&eacute;tica del cerdo influye considerablemente en la estructura y composici&oacute;n de su microbiota intestinal, lo cual tambi&eacute;n puede repercutir en la EF. <p style="text-align: center;"> Salud de los animales La exposici&oacute;n a pat&oacute;genos (desaf&iacute;os infecciosos y no infecciosos) obliga a los cerdos a desviar nutrientes hacia funciones defensivas, afectando su EF. Incluso una inflamaci&oacute;n intestinal leve puede tener costos fisiol&oacute;gicos importantes, afectando la salud del animal y disminuyendo la superficie de las vellosidades intestinales, lo que compromete la digesti&oacute;n y absorci&oacute;n de nutrientes. Pr&aacute;cticas de manejo Diferentes pr&aacute;cticas de manejo influyen, directa o indirectamente, en la EF. Entre ellas se incluyen: Selecci&oacute;n y env&iacute;o de cerdos al mercado: la EF est&aacute; relacionada con el peso corporal del animal. A medida que el cerdo se acerca a su peso de mercado, su capacidad para convertir alimento en ganancia de peso disminuye. Es fundamental equilibrar el crecimiento y la EF durante todo el ciclo productivo. Higiene y Reducci&oacute;n de la Carga Microbiana: mantener la higiene en las instalaciones reduce la carga microbiana, mejora la producci&oacute;n y disminuye la incidencia de enfermedades. Dise&ntilde;o y Manejo de Comederos: comederos mal dise&ntilde;ados o gestionados provocan desperdicio de alimento y dificultan que los cerdos consuman lo necesario, reduciendo as&iacute; la EF. Restricci&oacute;n Alimentaria: reduce el desperdicio de alimento y mejora la EF al evitar el exceso de alimento disponible. Manejo del Estr&eacute;s T&eacute;rmico: el estr&eacute;s t&eacute;rmico reduce la productividad y la ingesta de alimento, alterando el ICA. Para mitigarlo, se puede disminuir la densidad por corral, usar sistemas de refrigeraci&oacute;n y suelos que disipen calor, y emplear aditivos alimentarios espec&iacute;ficos para mejorar la tolerancia y rendimiento en condiciones ambientales adversas. &ldquo;Alcanzar una Eficiencia Alimentaria &oacute;ptima requiere un enfoque integral que considere varios factores clave Composici&oacute;n y optimizaci&oacute;n ambiental de la dieta La digestibilidad y eficiencia digestiva en cerdos dependen de la composici&oacute;n del alimento y de la capacidad digestiva del animal, que var&iacute;a entre individuos. Un alto contenido de fibra puede dificultar la digesti&oacute;n, causando variabilidad en el rendimiento. Aunque aumentar la concentraci&oacute;n de energ&iacute;a suele mejorar la EF, a veces no se traduce en mejor rendimiento debido a deficiencias nutricionales o valores energ&eacute;ticos incorrectos. Es fundamental contemplar la optimizaci&oacute;n de la dieta durante los meses calurosos, seleccionando formulaciones de dietas o aditivos alimenticios que minimicen el incremento de temperatura. Dietas con bajo incremento de temperatura, que contienen menor cantidad de prote&iacute;nas y fibra y/o un mayor contenido de grasa, pueden ser efectivas en este sentido. En conclusi&oacute;n, los diversos factores que influyen en la EF en la producci&oacute;n porcina deben ser considerados de manera integral, para as&iacute; lograr una producci&oacute;n m&aacute;s eficiente y sostenible. Ignorar la importancia de estos elementos, cada uno con su propio potencial para la mejora de la EF, puede llevar a decisiones inadecuadas en el manejo y el desarrollo de la producci&oacute;n. M&aacute;s informaci&oacute;n: https://bedson.com/ Solicitar bibliograf&iacute;a utilizada en este art&iacute;culo a prensa@redalimentaria.net