Como directora, e iniciadora de este enriquecedor camino, quiero ante todo expresar mi máximo agradecimiento: Al equipo de Red Alimentaria que lo ha hecho posible A las empresas auspiciantes, a las instituciones y a las Universidades que nos acompañan A la familia, siempre presente con su apoyo incondicional A los amigos. Desde nuestros primeros días nos hemos constituido con la máxima convicción de ser conectores del sector de la cadena de valor de la carne. Desde la genética al consumidor, promovemos el intercambio de saberes y ejercitamos la participación de todas las voces. Nos hemos tenido que adaptar a los diferentes cambios que se impusieron en el camino. Sorteamos barreras y complejos períodos. En todo, nos hemos fortalecido. En este tramo de 25 años, hemos cultivado partners estratégicos que nos honran con su cooperación, como Yael Vuilleminroy, a quien agradecemos su constante acompañamiento. Deseo honrar este presente especialmente a la memoria de Beatriz Kosoy, compañera desde los primeros tiempos de Red Alimentaria que nos dejó un infinito amor; huella de mujer audaz, con coraje de darlo todo. Nos impulsó a vivir de una manera singular. ¡Te extrañaremos mucho Bea! No te fuiste, sino que estás entre nosotros diciéndonos: ¡Chicos vamos que tenemos todo por hacer! También agradecer a Margarita Rymasz por toda la entrega incondicional durante tantos años de trabajo compartido. Hoy estoy muy emocionada por llegar a este presente. Donde hemos logrado en comunidad construir lazos de amistad y de aprendizajes transformacionales. Creemos en nuestro trabajo de Corresponsabilidad, de Co-creación, de Diseñar futuros de inclusión de oportunidades para todos. Siento agradecimiento por todos ustedes que lo hicieron posible. Salimos entre todos de este reto que nos pone en jaque a la humanidad: la pandemia. Tenemos y tendremos otros pendientes que habrá que reparar. Desde cada rincón del Planeta, somos y seremos más humanos si contemplamos a quienes nos necesitan. Por más y mejores tiempos. Con el máximo reconocimiento a todos ustedes: Celebro y brindo por lo vivido Celebro y brindo por el presente Celebro y brindo por lo que está en camino Dedico este tramo de mi vida a mis padres, Fanny Povolotzky e Israel Dorensztein; a mis abuelos amados que me dieron la confianza y la sonrisa para alimentar sueños; a mis hijos y nietos que son el para qué cotidiano; a la gran familia de la Red Alimentaria donde hay un lugar para alojarse, soltar y volver a enlazarnos una y otra vez. ¡Gracias por ser parte!