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Probióticos, una mirada hacia una porcicultura eficiente y sustentable

La administración de microorganismos vivos permite mejorar la sanidad intestinal de los cerdos, promover un ambiente saludable en las granjas, prevenir enfermedades y evitar el uso de antibióticos como promotores de crecimiento.  Por: Dr. Eitel Peltzer Meschini, Socio Gerente - CEO en Abiotec S.A Fotos: Banco de imágenes

  • 19/08/2022 • 12:34

La palabra probiótico provine del griego pro = promover y biótico = vida. Según la definición de la FAO y la OMS, los probióticos son microorganismos vivos que tienen que tener un efecto beneficioso al momento de ser ingeridos. Es decir, que son bacterias benéficas vivas que pueden ser administradas por distintas vías.

En el tracto digestivo del animal hay 1 x 1012 bacterias distintas agrupadas en más de mil especies y con más de cinco mil cepas. Este es el universo en el cual el probiótico tiene que interactuar para beneficiar al animal que lo está consumiendo.

Todas las bacterias probióticas tienen que estar inscriptas dentro de una lista realizada por la FDA junto con la Association of American Feed Control Officials (AAFCO), llamada GRAS (Generally Recognized As Safe). Allí se enumeran todas las que son seguras al ser administradas directamente, por lo que son bacterias que se pueden consumir sin inconvenientes.

El ecosistema microbiano es sumamente complejo, por lo que tiene que tener un balance y un equilibrio entre los distintos miembros de forma tal de garantizar un correcto desempeño nutricional, fisiológico e inmunológico del cerdo.

Lo que se debe priorizar tanto con la administración de los probióticos como con la alimentación, es un ecosistema microbiano saludable cuya composición nos permita maximizar la genética, el desempeño y la salud del animal, lo que va a derivar en un animal en óptimas condiciones al momento de la faena. 

Se debe trabajar en el equilibrio entre la nutrición, la microflora y la mucosa gastronitestinal, que van a estar interactuando constantemente y se verán modificados dependiendo del entorno. Si la microflora se coloniza con probióticos, va a favorecer al ambiente intestinal, a la mucosa gastrointestinal y, por ende, la nutrición del animal va a ser óptima. 

Acciones del probiótico

Las características por las cuales el probiótico permite pasar de un animal poco desarrollado a uno sumamente desarrollado como los estándares lo requieren, son:

- Posee carácter profiláctico, su administración es preventiva, no curativa, para evitar futuras patologías o enfermedades.

- Previene la reproducción de la microflora patógena

- Tiene efectos antagónicos en organismos dañinos

- Fuerte carácter de inmunomodulación

- Mejora la digestión y la movilidad intestinal

- Favorece la digestión de carbohidratos y proteínas

Cuando se administra un probiótico en una dieta balanceada, se genera el equilibrio adecuado entre nutrición, bacterias de la microflora y la mucosa gastrointestinal, prosperando un ambiente saludable en el cual el animal puede desarrollarse correctamente. En cambio, cuando en una dieta simple no se administran probióticos, van a prosperar los patógenos, teniendo una reducción en las vellosidades del lumen intestinal, inflamación de los endocitos, el animal va a tener diarrea y, por ende, todo lo que consuma no podrá ser absorbido. 

Evaluación de la sanidad intestinal en lechones

La utilización de probióticos tiene el objetivo de evitar el uso de antibióticos como promotores de crecimiento, reforzando el desempeño del animal. Para ello se requiere la utilización de indicadores que confirmen su eficacia.

En la práctica, se ha visto en granjas que utilizan probióticos una ganancia media diaria del 13% en la salida de recría, obteniéndose un mayor depósito de músculo y una disminución de la grasa dorsal. Este 13% fue directamente a proteína, indicando que el animal absorbió mejor los alimentos. 

Desde el punto de vista de la sanidad es fundamental por su actividad profiláctica y la disminución en el uso de antibióticos, disminuyendo en un 53% la mortalidad de los animales por infecciones de streptococos, salmonella y complejo de neumonía. A través del tiempo se fortalece la barrera profiláctica sanitaria que va a evitar que ocurran nuevos eventos de sanidad. 

Al tener un mejor estado intestinal, una microbiota adecuada permite tener en equilibrio la tríada de nutrición, microflora y la mucosa gastrointestinal, con lo cual se ve una mejora en la conversión. Por último, en las granjas analizadas, se generó un aumento del 8% del peso corporal a la salida de fase 4 de los animales.

Como conclusión, el uso de probióticos confirma que mejoran el bienestar intestinal del animal, lo que confiere una sanidad integral de la granja.

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