Producción • INFORME ESPECIAL

PPA, ¿cómo evitar su propagación?

La Peste Porcina Africana afecta a todos los grupos de edad, por lo que la Organización Mundial de Sanidad Animal cinco medidas fundamentales para controlar su transmisión.

  • 09/02/2022 • 12:00

Por: Dra.Isara Ramírez, encargada del Departamento de Inspecciones en UBI Meat Experts in Quality Assurance.
Fotos: pxhere

Según la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE), la peste porcina africana (PPA) es una enfermedad viral hemorrágica altamente contagiosa que afecta a cerdos domésticos y silvestres, ocasionando graves pérdidas económicas y productivas. Produce una variedad de signos clínicos como fiebre y trastornos funcionales de los sistemas digestivo y respiratorio. Las lesiones se caracterizan principalmente por alteraciones congestivo-hemorrágicas.

La entrada del virus de la peste porcina africana en los cerdos se produce normalmente por vía oral o nasal, aunque también se han informado otras vías como la cutánea, subcutánea, por picadura de garrapata o por escarificación. Tradicionalmente la entrada de virus a las regiones libres suele producirse como resultado de la alimentación de los cerdos con desechos de cerdo crudos, especialmente de barcos y aviones.

Una vez que la enfermedad se establece en una zona, se propaga principalmente por contacto directo entre animales enfermos y sanos (cerdos domésticos y salvajes), cerdos portadores recuperados y por medio de vectores como las garrapatas blandas.

También mediante transmisión indirecta por camiones, en bebederos, comederos, a través de equipo quirúrgico, personal, roedores u otros animales de granja.

Síntomas clínicos y lesiones

A diferencia de la peste porcina clásica (PPC), que afecta principalmente a los lechones, todos los grupos de edad son igualmente susceptibles en la peste porcina africana.

En sus formas hiperaguda y aguda que provocan altas tasas de mortalidad, los animales afectados pueden morir repentinamente entre 1 y 4 días después de la aparición de los signos clínicos sin lesiones evidentes en los órganos. La forma aguda de la enfermedad suele caracterizarse por un síndrome febril con eritema y cianosis (coloración azulada de la piel). Pueden producirse fallos funcionales de los órganos internos, sobre todo del sistema digestivo, vómitos y diarreas hemorrágicas.

La anorexia, la cianosis y la falta de coordinación pueden ocurrir uno a dos días antes de la muerte. Se ha descripto con frecuencia el aborto en cerdas gestantes. Las lesiones internas se caracterizan principalmente por hiperemia (aumento de la temperatura corporal), esplenomegalia (incremento del tamaño del bazo) y hemorragias en órganos, particularmente en los ganglios linfáticos viscerales, con exceso de fluidos naturales en cavidades y espacios corporales.

En la forma crónica de la peste porcina africana, los signos clínicos y las lesiones no son específicos, pero pueden persistir durante varios meses, dando lugar a una serie de afecciones con síntomas como úlceras cutáneas y artritis, retraso del crecimiento, emaciación, neumonía y aborto. En general, los signos clínicos asociados con la forma crónica no se parecen al cuadro clínico típico de las infecciones.

Cómo controlar la enfermedad de acuerdo a las directrices de la OIE

  • Control de la alimentación: que se garantice la eliminación adecuada de los residuos de alimentos de los aviones, buques o vehículos procedentes de países afectados y la vigilancia de las importaciones ilegales de cerdos vivos o productos porcinos provenientes de países infectados.
     
  • Emplear medidas sanitarias clásicas: entre ellas la detección temprana y la matanza humanitaria de los animales (con la correspondiente eliminación de las canales y desechos); la limpieza y desinfección; la zonificación/compartimentación y el control de los desplazamientos; la vigilancia y la investigación epidemiológica detallada y las medidas estrictas de bioseguridad en las explotaciones.
     
  • Control de los hospedadores del virus: como se observó en Europa y en algunas regiones de Asia, la transmisión de la peste porcina africana parece depender en gran medida de la densidad poblacional de jabalíes y su interacción con sistemas de producción porcina con bajos niveles de bioseguridad. El conocimiento y buen manejo de la población de jabalíes y una buena coordinación entre los Servicios Veterinarios y las autoridades de la fauna salvaje y forestal, son necesarios para prevenir y controlar la peste porcina africana de manera exitosa.
     
  • Información sobre el tipo de hospedadores involucrados: su ubicación y su papel potencial en la transmisión y diseminación del virus, las características biológicas del virus circulante y el cuadro clínico que cabe esperar dado el hospedador afectado, así como las características ambientales, sociales y culturales del sitio de la enfermedad.  
        
  • Control de los vectores que trasmiten la enfermedad: dependiendo de la situación epidemiológica, en los programas de control, deberá considerarse también la participación de la garrapata blanda como vector.

El conocimiento de la enfermedad y la información epidemiológica son cruciales para controlar la PPA en las áreas afectadas. Durante los brotes en los países afectados, el control de la peste porcina africana puede ser difícil y deberá adaptarse a la situación epidemiológica específica. En áreas con recursos limitados para

luchar contra la peste porcina africana, la educación de veterinarios, productores y ganaderos es un tema importante para mantener una inspección clínica regular de los animales, así como el refuerzo de las medidas preventivas de bioseguridad para garantizar la producción y comercialización seguras de cerdos.

Más información: http://ubibeefinspection.com