&nbsp;la ganader&iacute;a porcina y av&iacute;cola, que a diferencia de la cadena de la carne vacuna que fue intervenida por el Gobierno nacional, cerrar&aacute;n 2021 de buena manera, seg&uacute;n indicaron sus protagonistas. En el primer caso, se dio la situaci&oacute;n de una fuerte ca&iacute;da en las exportaciones que fue m&aacute;s que compensado por el consumo interno, mientras que la industria del pollo pudo estabilizarse despu&eacute;s de un duro 2020 y si bien no crecieron sus &iacute;ndices, se movi&oacute; dentro de los par&aacute;metros esperados por las empresas del sector. Sector av&iacute;cola El presidente del Centro de Empresas Procesadoras Av&iacute;colas (CEPA), Roberto Domenech, consider&oacute; que 2021 fue &ldquo;un a&ntilde;o positivo, que ha marcado una recuperaci&oacute;n en la industria en general y aspiramos a que pueda mantenerse de ese modo&rdquo;. As&iacute;, el dirigente empresario ponder&oacute; la &ldquo;estabilidad&rdquo; que consigui&oacute; la actividad, sobre todo respecto a 2020, a la demanda sostenida y a un abastecimiento fluido. Seg&uacute;n los n&uacute;meros que aport&oacute; Domenech, el presente a&ntilde;o cerrar&aacute; con una producci&oacute;n de 2,33 millones de toneladas, de las cuales 240.000 toneladas fueron con destino a la exportaci&oacute;n y las restantes 2,1 millones al mercado interno. Esto arroj&oacute; un consumo por habitante al a&ntilde;o de 47 kilogramos, que aunque se ubic&oacute; un kilo por debajo de lo registrado en 2020, de todas maneras se mantiene en niveles hist&oacute;ricamente altos. Estas cifras son menores, aunque con diferencias m&iacute;nimas, a las exhibidas el a&ntilde;o pasado, cuando se produjeron 2,38 millones de toneladas de carne de pollo y fueron embarcadas 247.000 toneladas. Sin embargo, lo &ldquo;positivo&rdquo; de 2021 se enmarca en que el a&ntilde;o pasado fue &ldquo;dur&iacute;simo&rdquo; respecto a 2019, destrozando cualquier expectativa de crecimiento que pose&iacute;a la industria en exportaciones y debiendo volcar al mercado interno un gran remanente que provoc&oacute; una sobreoferta y una ca&iacute;da en los precios. Es por eso que Domenech sostuvo que &ldquo;este a&ntilde;o se program&oacute; menos producci&oacute;n, por lo cual tenemos 50.000 toneladas menos, lo que nos permiti&oacute; estabilizar y mantener una relaci&oacute;n equilibrada entre oferta y demanda y no estar sobreofertados&rdquo;. No obstante, como un importante punto negativo, Domenech remarc&oacute; que en la industria &ldquo;pr&aacute;cticamente&rdquo; no se realizaron inversiones en infraestructura, en especial en la referida a los galpones de cr&iacute;a, lo cual se mantiene como un &ldquo;d&eacute;ficit&rdquo; en una actividad que proyecta un crecimiento del 3% en sus animales, calculados en 900 millones en la actualidad, lo que puede traer serios problemas a la industria, sobre todo en el aspecto sanitario. &ldquo;Esperamos poder iniciar un desarrollo en materia inversiones, ya que si bien hubo cr&eacute;ditos este a&ntilde;o del orden de los 2.000 millones de pesos, por los cuales hemos firmado acuerdos con el Ministerio de Desarrollo Productivo con 20 proyectos aprobados, a&uacute;n no se ha monetizado ninguno todav&iacute;a. Si bien el cr&eacute;dito est&aacute;, la plata todav&iacute;a no&rdquo;, coment&oacute; Domenech. Sector&nbsp;Porcino <p style="text-align: center;"> En el caso de la ganader&iacute;a porcina, cerr&oacute; tambi&eacute;n un a&ntilde;o positivo con un crecimiento en su producci&oacute;n, en el consumo interno, pero con un derrumbe en las exportaciones, lo cual, contrario a lo que cualquier persona podr&iacute;a pensar, no signific&oacute; un duro golpe para la actividad sino que fue consecuencia m&aacute;s&nbsp; deuna decisi&oacute;n empresarial que un cierre de mercados per se. Es por esto que el experto y consultor en ganader&iacute;a porcina, Juan Uccelli, consider&oacute; a 2021 como un a&ntilde;o &ldquo;muy bueno e interesante&rdquo;, ya que adem&aacute;s de conseguirse un aumento en la producci&oacute;n, el mismo se obtuvo por una mejora en la eficiencia productiva, debido a que el n&uacute;mero de cerdas &ldquo;madres&rdquo; se mantuvo en los mismos niveles que el a&ntilde;o pasado, por lo que el aumento vino por el lado de que se lograron animales m&aacute;s pesados. As&iacute;, la producci&oacute;n de carne de cerdo subi&oacute; 7,7% este a&ntilde;o hasta las 850.000 toneladas, de las cuales 28.000 tuvieron como destino la exportaci&oacute;n, cifra considerablemente baja si se tiene en cuenta que en 2020 se exportaron 42.000 toneladas. No obstante esta mayor oferta, por el simple hecho de que se envi&oacute; menos al exterior, las importaciones subieron de manera &ldquo;grosera&rdquo; de 20.000 a 34.000 toneladas. Esto llev&oacute; a que el consumo alcance los 21 kilos per c&aacute;pita al a&ntilde;o, 2,5 kilos m&aacute;s que el a&ntilde;o pasado, de los cuales 19 kilos correspondieron al consumo de carnes y los restantes 2 kilos a chacinados. Para Uccelli, en el consumo se registr&oacute; &ldquo;un aumento brusco porque todo tuvo como destino el mercado interno. En un sistema normal no hubi&eacute;ramos subido tanto porque hubi&eacute;semos exportado m&aacute;s e importado menos y como la carne de cerdo durante el recorrido de todo el a&ntilde;o tuvo una diferencia muy importante con la carne vacuna en el mostrador. con un promedio anual por encima del 40%. fue una opci&oacute;n ante una situaci&oacute;n de bolsillos muy flacos de los argentinos&rdquo;. Respecto a la abrupta ca&iacute;da de las exportaciones, el especialista marc&oacute; que, en este sentido, se dieron &ldquo;dos a&ntilde;os diferentes en uno&rdquo;, ya que a mitad de a&ntilde;o cambi&oacute; la tendencia en los despachos al exterior de manera contundente. Hasta el 30 de junio el sector llevaba marcas hist&oacute;ricas en los embarques y descontaban alcanzar las 50.000 toneladas, pero ese proceso se vio trunco por una serie de acontecimientos que desalent&oacute; la exportaci&oacute;n cortando una racha alcista de m&aacute;s de una d&eacute;cada. En primer lugar China, el principal comprador mundial y de Argentina de carne de cerdo comenz&oacute; a bajar los precios internacionales volvi&eacute;ndolos, en cierto modo, poco atractivos para los exportadores. A esto se sum&oacute; el atraso cambiario que llev&oacute; a que el producto argentino sea caro, al mismo tiempo que el mercado interno se encontraba dispuesto a absorber esa oferta de carne con buenos precios. B&aacute;sicamente, este combo complot&oacute; contra las intenciones y posibilidades del sector exportador argentino, que en el segundo semestre cay&oacute; hasta registrar los embarques m&aacute;s bajos en 15 a&ntilde;os. &ldquo;El sector porcino no tiene una dimensi&oacute;n de lo que cuesta abrir un mercado y lo poco que cuesta perderlo. Mi enojo es porque se tendr&iacute;a que haber mantenido una exportaci&oacute;n m&iacute;nima para mantenerlos&rdquo;, destac&oacute;. Por &uacute;ltimo, para 2022, Uccelli prev&eacute; un buen a&ntilde;o para la producci&oacute;n. &ldquo;Vamos a crecer porque hay varios proyectos nuevos: se est&aacute; pensando en 50.000 cerdas nuevas que se traducir&iacute;an en 150.000 toneladas m&aacute;s de producci&oacute;n que se volcar&iacute;an al mercado local o internacional&rdquo;, cerr&oacute; el analista. Fuente: Infobae