División de proteínas por especies

Por: Roberto, Gerente General de Yeruvá
Foto: Yeruvá
 

El tema de identificación de especies es un tema que nace en el proceso de lealtad comercial en productos terminados, para que el consumidor sepa qué consume. Los avances en la alimentación y la variabilidad que se producen por nuevos descubrimientos, hacen que productos de origen animal puedan contener una o más especies en su masa constructiva o también tener incorporado productos de origen vegetal. Es por eso que se avanza en métodos analíticos para identificar las distintas proteínas de acuerdo a sus orígenes. El tema de este artículo no va específicamente a estos antecedentes sino a cómo esto se hizo extensivo en la identificación de los alimentos, ingredientes y aditivos que componen la dieta de un animal, ya sean bovinos de carne o leche, porcinos, aviares o piscícolas.

Cuando apareció el problema de la vaca loca hubo limitantes para el uso de subproductos de origen bovino en la alimentación de otras especies por temor a transmitir el prion productor de la enfermedad. Posteriormente esto se fue haciendo extensivo a regulaciones que los organismos internacionales que regulan esto y los distintos países, fueron adaptando. Sumado a ello, a medida que las reglamentaciones se adaptaron a la identificación de las proteínas de cada especie, los clientes que elaboran alimentos comenzaron a exigir la medición de la probable contaminación, ya sea a sabiendas o por ignorar la posible contaminación cruzada. 

Yeruvá hace 6 años que en todos sus ensayos comenzó a trabajar en la evaluación del análisis de riesgo que permitiera garantizar la calidad de nuestros productos en este aspecto. Así, se llegó a la conclusión que sobre 3 especies que nuestra empresa produce (proteínas hemoderivadas, bovina, porcinas y aviar) es necesario asegurar los puntos de riesgo de contaminación desde el origen de la materia prima en los frigoríficos, el transporte de la misma, los procesos productivos hasta su envasado. Esto obliga por aseguramiento, a que cada uno se trabaje en plantas independientes, se transporte en medios independientes que nunca trasladen otra especie, aunque se lave con eficiencia y buena desinfección, porque pueden quedar trazas de otras especies. 

Hay dos métodos mundiales para detección de contaminación cruzada de especies:

-    Elisa: es eficiente pero menos sensible
-    PCR: más eficiente y más sensible

Como lo importante aquí es detectar que haya contaminación voluntaria o involuntaria (mezcla de proteínas de las especies), con el método de Enzimoinmunoanalisis (Ensayo por inmunoabsorción ligado a enzimas) conocido como “Test de Elisa”, según los distintos organismos oficiales alcanza. Pero desde el punto de vista comercial es muy común que los clientes exigentes pidan la ausencia de trazas por PCR. Hoy en día hay clientes y países que lo exigen sí o sí. Esto no quita que se pueda hacer proteína animal de especies mezcladas, siempre y cuando se identifiquen las mismas, cuando esta sea usada en alimentación de animales que lo permitan. Por ejemplo, un alimento para mascotas y o gatos con la incorporación de hemoderivados de cerdo o vaca mezclados. Otro ejemplo en 180 que no es posible realizar sería alimentar alevinos en piscicultura con hemoderivados que no sean de ave o cerdos ya que son las únicas especies permitidas. Otro uso indebido sería hacer un alimento para aves con proteínas hemoderivadas de cerdos y que dichas aves tengan el destino de alimentación kosher o halal ya que no está permitido por su religión, pero sí podrían contener hemoderivados bovinos.

A partir de todo lo expuesto anteriormente, concluimos que la importancia de división de proteínas por especies es un camino que se va a seguir recorriendo y acentuando en sus exigencias, en algunos aspectos por cuestiones religiosas, otros por razones técnicas y otros aspectos por cuestiones comerciales.

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